viernes, 1 de abril de 2011

Una entrada más

Estoy muerto. Me siento como aquel entrañable personaje de Humor Amarillo, el Chino Cudeiro, capaz de resucitar cual Ave Fénix para volver a morir en el siguiente programa. Cada día es una de esas pruebas en las que muero. O como Kenny, en las primeras temporadas de South Park.


Debería aguantar despierto un buen rato, para compensar el horario que llevaré los próximos días. Pero esto de Internet es un coñazo, ya no hay nada nuevo, ni revolucionario, ni nada. Voy a darle unos tragos a la botella de Johnnie Walker de al lado del PC, y a ver que ocurre.


Ya son dos los motivos por los que digo que "estoy muerto". El cansancio, y la brújula estropeada que guía cada una de las jornadas de mi vida.


Pero bueno, eso no me desanima, sólo me entretiene, a ver que os pensáis.


Y es que la filosofía de vida que llevo yo es demasiado despreocupada para la opinión general, pero para el disfrute particular, siempre y cuando se marquen unos límites de responsabilidad, y atendiendo a las consecuencias, es la mejor forma de vivir.


Un día, una anécdota, una historia más para contar. Con su introducción, su nudo, y su desenlace. Sin secuelas. Ni spin-off, ni nada.






Perdón, era una breve pausa para servir la coca-cola en el combinado, a la par que cojo dos cigarros para tener entretenimiento durante la próxima hora. Pero bueno, doy un trago a la copa, y continúo. O mejor, termino la copa, y me voy a dormir. Mañana sigo...


...Tomando unas horas de sueño...

Aquí sigo, con la copa vacía, un cigarro de buena mañana para desperezarme, y escribiendo. Es curioso que a estas horas de la mañana sea el único contacto de mi Messenger conectado, junto con una antigua "amiga" de Argentina (para ella son las 3.47 ahora mismo).

El día que comienza dentro de 13 minutos parece complicado de llevar. Tengo 12 horas y 12 minutos ya antes de tener que volver al ¿trabajo? Mientras, recreo. Debería elegir bien, ya que el sábado no será a mi elección, y el domingo, si sigo vivo, será día de recuperación.

Volviendo al día de hoy, me resulta curioso pensar que la gente tiene que trabajar, los niños ir al colegio, la chavalería al instituto, los jóvenes a la universidad y yo... no tengo nada que hacer. Jodida mierda! Los Viernes para mí se han convertido en un día del fin de semana más. Ahora, a medio camino entre seguir trabajando y dejarlo definitivamente, la gente que me rodea me deja sus opiniones a diestro y siniestro: No vuelvas, aprovecha todo esto, y corta con la noche; vuelve, sigue mientras buscas trabajo, y luego tú le mandas a la mierda; vuelve, por el momento no puedes hacer nada, y ahí estabas bien, y no gastas dinero en salir de fiesta; déjalo, y piensa la idea de pillarte un local tú, que ya llevas tiempo en la noche para saber de esto;... Mi madre, en su afán por contribuir a la causa, también tiene su opinión: "Sácate el carnet de conducir". Y aunque parezca que es la única que dice algo sinsentido, en mi cabeza todo resuena de la misma forma.

Pero bueno, tengo doce horas por delante para pensar, y a la vez, hacer cosas. Ya sea desde mi habitación, gracias a la gran Red de la que ayer (al principio del post) me quejaba, o levantando mi culo. Por ahora, el reloj marca las 09.00h, y yo me voy a dar una ducha.

Hasta otra.

2 comentarios:

  1. Los viernes no hago yo tampoco nada xD. Suerte

    ResponderEliminar
  2. Pues te dejo mi grano de arena: Haz lo que te salga de la punta, al final la decisión la vas a tener que tomar tú y es tu vida. Por mucho que la peña te diga, te cuente y te ralle ellos no están en tu posición.

    ResponderEliminar