viernes, 9 de marzo de 2012

Sorprendido (una vez más)



He de reconocer que no sé que responder a esta pregunta. ¿Quién tiene más capacidad para sorprenderte, aquél de quien no esperas ninguna sorpresa, o aquél que constantemente te está sorprendiendo? El caso es que hoy me he llevado una muy gratificante por parte de alguien que cada vez que consigue sorprenderme, lo hace para bien. Incluso me atrevo a decir para mejor. Y sin embargo, parece no tener techo mi capacidad de sorpresa con respecto a él.

Esta vez no ha sido por lo que ha dicho, hecho, o pensado, puesto que gran parte de la opinión pública opina igual. Esta vez ha sido por la claridad y la certeza con la que ha sabido expresarse para hacernos llegar al origen de lo que realmente pensamos acerca de la situación actual. Para que me entendáis si acaso aún no os ha quedado claro lo que quiero decir, o a lo mejor sí, y entonces para confirmaros, os pondré un ejemplo (que quizás a vosotros también se os haya pasado por la cabeza). ¿Habéis visto la película "Origen"? Resumidamente, todas las ideas que tenemos en la cabeza tienen un significado subyacente que es posible que ni siquiera nosotros seamos conscientes de él. Pues bien, lo que ha logrado este tipo, es hacerme verlo.

Sin más divagaciones por mi parte, voy a copiar los fragmentos más reveladores a mi parecer de lo que he leído:
El gobierno del Estado sigue manejando sus decisiones políticas como si fueran inevitables, científicas, exentas de ideología, como si no hubiera otras respuestas posibles, otros caminos para salir de esta oscura crisis. Se apoyan en el miedo y la incertidumbre de mucha gente, que ayudan a marcar ese camino "imprescindible".
"Amplios sectores de la ciudadanía quieren un modo diferente para afrontar esta crisis, una respuesta en la que participen más quienes más fuertes son para combatirla, quienes más recursos tienen para afrontar esa deuda colectiva. 
[...]  Pero cuando se reacciona, cuando se muestra la indignación, hay una respuesta desde ciertas esferas del poder que trata de acallar, de silenciar, de que nadie estropee la coartada del pensamiento único.
[...] Por eso asusta la frialdad de algunas respuestas políticas como las del gobierno de Esperanza Aguirre o de Mariano Rajoy que recortan servicios básicos sin inmutarse o anuncian la restricción de los mismos como si hablaran de cambiar de sitio el banco de un parque.
[...] Al camino [...] no se llega retrocediendo, ni apoyando el peso de la crisis sobre los más débiles. Se llega entendiendo que una sociedad no se puede fundamentar sobre las leyes de la selva, sobre las necesidades y los intereses de los más fuertes."

No sólo he querido destacar estos cinco párrafos, si no además, resaltar a lo que realmente me refiero yo como el origen de mis ideas. Lo que quizás no era tan consciente como ahora, pero sí daba por sentado.

Y para terminar:
" La codicia ha envenenado las almas, ha levantado barreras de odio... hemos progresado muy deprisa pero nos hemos encarcelado nosotros. La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen seguir el camino del progreso humano"
Final del discurso de Charles Chaplin en El Gran Dictador. 

1 comentario:

  1. Sólo por haber puesto un fragmento del discurso de El Gran Dictador creo que esta es la mejor entrada que has hecho nunca. 70 años han pasado desde que ese gran cómico dijo esas enormes palabras y aquí seguimos igual...

    Somos títeres de unos pocos que controlan masas para enriquecer a los suyos y aun no hemos hecho nada que cambie eso. Verguenza.

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