Hoy es un día especial. Sin ir más lejos, dentro de unas horas comenzará la cceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Londres. Aquellos que por allá por el lejano 2005 (y me parece que fuera ayer) derrotaron a la candidatura olímpica de Madrid. La primera de ellas. La que tenía el logo más simple y bonito. Una llama. Luego vino la mano de colorines para 2016, y ahora las chanclas/monjas/arcos/toallas... yo que sé, horrible. Como también lo es la equipación con la que saldrá el equipo español. Y es que, si en España sabemos hacer algo bien es, precisamente, hacer las cosas mal. Se nos da de lujo.
Volviendo a lo de Madrid 2012... la cantidad de cosas que hubieran cambiado en esta hermosa capital de la enorme piel de toro mediterránea... Sin ir más lejos, a bote pronto, tengo dos diferencias rotundas: Habría menos gente parada en la ciudad, y quizás (en negrita, subrayado, y con silueta fluorescente, quizás) no estaríamos todo el rato de obras. Yo no sé que tan fea es comunidad, que andan todo el día levantándola por aquí, derrumbando por allá para construir, vaciándola (porque si algo nos gusta, es vaciarla) los subterráneos... un día nos vamos a hundir. Tiempo al tiempo. y lo peor será, que si algún día nos permiten organizar unos Juegos Olímpicos, habrá que hacer obras, las de antes no valían.
Pero no he despertado de mi letargo para criticar a mi amada provincia (que no ciudad, madrileño, sí, pero ripense, y a mucha honra). Para lo que he decidido actualizar (brevemente) ha sido para dejar mi pequeña propuesta a Londres 2012: Como es evidente que superar el espectáculo chino de hace cuatro años, debería centrarse en los gustos occidentales. Y estos son: Cheryl Cole, David Beckham, y The Beatles, en su defecto, Paul McCartney. No entraré en detalles por no elevar el tono en mi blog, pero velas, una cama, Cheryl, yo, sonando 'Let it Be' de fondo... aunque si te cuesta arrancar, puedes poner 'Hey Jude', para animarte.
Fantasías y bromas a un lado, os dejo la ceremonia de hace cuatro años (bueno, sus 10 primeros minutos, que dan para ver mucho, incluso a los españoles).
Un saludo.
Pd: Yo sí entiendo por qué Cartman se acojona tanto al verlo...
El himno lo hubiera cantado Sabina
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