New Born

Hace dos días, quedé con Mr. X para ver el partido del Real Madrid - Tottenham Hotspurs. El plan recordaba a nuestros mejores tiempos, iniciando un cubo en el Dubliner's (o el O'connel's), para luego seguir en algún otro lado, o cerrar después del partido y volver pronto. El plan fue más o menos similar, sustituyendo "Mr. X" por "Celia 40 minutos tarde". Pero bueno, ya uno se acostumbra. A los dos, mamones.


La cosa es que la primera parte del partido, con el tempranero gol de Adebayor, transcurría con normalidad, tomando una cervecita cerca de la barra de la entrada. Cuando acabo ésta, y salimos fuera a echar un fideo y volver a entrar. Decidimos ir más al fondo, donde encontramos dos sitios bien situados (obvio, con las tropecientas televisiones que tienen), y decidimos pillar algo para cenar. Barritas de Mozzarella para picar ambos, ella una lasaña de un sólo piso :s, y yo un sandwich. Todo transcurría con normalidad hasta que, a falta de terminarnos las barritas de mozzarella, Celia sale a hablar con su hermana por teléfono, y yo me encuentro, saliendo de detrás de una televisión,... AL CUCARRATON!!! era LA cucaracha. Era enorme, con antenas gigantes, un abdomen color marron gigante, un correteo desagradable por toda la pared que transmitía la sensación de que existiera la posibilidad que en algún momento despegara y se pusiera a volar. De verdad, no me hubiera sorprendido.


A pesar de que no rozó siquiera nuestros platos, como es de suponer, ya no queríamos esas barritas de mozzarella e, incluso, apenas termináramos las cervezas decíamos de irnos (Sorprendente, ¡¡¡Celia ni siquiera quería terminarse la cerveza!!!!)


He de decir que no me dan ni asco ni miedo los insectos, pero que en un establecimiento dedicado a la hostelería, con comidas y demás, no es demasiado fiable ver este tipo de cosas. Como luego estuvimos hablando en el pica, es normal que haya cucarachas en hostelería, las mismas cajas de coca-cola traen huevos, pero siempre cucarachas pequeñas, no CUCARRATONES de ese tamaño. Es de suponer que no debían desinsectizar desde hacía, al menos, un año.


Pero bueno, con el partido ya resuelto, los estómagos llenos, y la cucaracha lejos de nosotros, paramos en la bocadillería de la plaza del Ángel, el Pink, para que Celia tomara un cafetolio, como ella dice. Despues, al Pica.


Saludados Marcos, Paco, y Fer, nos sentamos en la barra y tenemos ya una copa cada uno (Celia un zumito...). Y aunque la idea principal era que yo hablara con Fer, para continuar con nuestra relación laboral, la noche acabó a las 9 de la mañana desayunando en el Mar Azul.


La primera de la larga lista de conversaciones fue en torno a lo presenciado en el Dubliner's, y no sé por qué, acabamos hablando de plagas de ratones, de una cucaracha llamada Lara, para luego entrar Celia y yo en la peligrosidad del mundo marino mientras le pedía a Fer que me preparara leche de pantera. No sé, me apetecía, no me juzguéis.


Horas más tarde se dejó caer por ahí un argentino con dos mujeres, a mi gusto feas, con el que gané al futbolín al llamado "intratable" Rubén aquella noche. Luego jugamos Fer y yo contra él y su pareja again, unas cuantas veces más, con el mismo resultado. Aunque en una de estas me dijo que era "MegaGuay", y fue ridículamente ofensivo :(.


Y bueno, así transcurrió la noche hasta que nos fuimos a desayunar y, tras bocatín de atún con tomate, un Nestea, y una cabezadita de 20-30 minutos, puse rumbo a mi casita.


Y hoy, dentro de 12 horas y media (¿ya?) tendré que ponerme a currar. Así que, tras dos fines de semana en los que me he quedado con entre 10 y 20 € gastables, a volver a ahorrar si quiero tener un verano medio decente. Es que, esto de la vida, sin cambiar las variables, tocas un par de cositas, y ya todo se mueve. Las vuelves a tocar, y de nuevo a la situación inicial... que curioso.


Un saludo.