viernes, 13 de abril de 2012

El Estado de las Autonomías


Hace un par de días salió a la palestra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, con unas declaraciones en las que ponía de manifiesto los beneficios que podría tener el reducir las competencias de las autonomías y así centralizar ciertas gestiones, como puedan ser las de la sanidad o la educación, y otras para los ayuntamientos, de modo que se redujera el gasto y ahorrar así unos, según palabras suyas, 48.000 millones de euros. Mucho de ese ahorro lo justifica en los sueldos de políticos que habrían de buscarse otro trabajo, lo cual me da que pensar en cuántos son los que gobiernan ¡17 Comunidades!, o cuánto cobran cada uno de ellos para llegar a semejante cifra.

 

De todos modos y sin que sirva de precedente, no voy a entrar a valorar las verdaderas razones por las que proponga esta Reforma, pero no he parado de pensar en ello, y casi que me pongo a favor de su propuesta. Pero no por los recortes. He aquí algunas de mis razones:


  • La Constitución Española de 1978 se basó en el Estado de las Autonomías para asegurar la libertad política y cultural de las distintas comunidades de España pues, por poner un ejemplo, no velará por los mismos intereses un gobernante ni conocerá las necesidades públicas de las personas de diferentes comunidades. Asímismo dos ciudades, como por ejemplo, Galicia y Madrid, han de seguir políticas ligeramente distintas. Sin embargo, esta libertad que aboga por respetar a todos los pueblos de España ha sido el caldo de cultivo de grupos independentistas que quieren utilizar la propia Constitución que los legaliza y reformarla de modo que se produzca una descentralización total, o incluso la propia independencia. 
  • Situaciones como la que se ha producido en Asturias ponen en tela de jucio la validez democrática de las elecciones autonómicas. Al final, son pactos políticos los que elegirán el gobierno de esta Comunidad Autónoma. Tras las elecciones convocadas por el anterior Presidente, Álvarez Cascos, se produjo un empate entre la izquierda y la derecha, y un escaño para UPyD, de modo que son estos quienes tienen la llave para quién gobernará. Bajo mi punto de vista, sería necesario una Reforma Constitucional para este caso (y muchos otros, pero ese no es el punto), pues al final, quienes eligieron a UPyD no tienen voz ni voto a la hora de decidir quien gobernará. Y creo que este no es el fundamento del voto democrático.
  • La situación actual del país es alarmante, y el momento de discutir las decisiones del Gobierno de la Nación es en el Congreso de los Diputados y el Senado, no creando baluartes desde los que criticar y fomentar decisiones opuestas. Esto es: Tras la victoria aplastante en Comunidades Autónomas y en el propio Estado por parte del Partido Popular, el PSOE ha logrado salir vencedor (por sorpresa) de Andalucía. Ahora, la política socialista en dicha Comunidad no será para bien de los andaluces, sino para reclamar las decisiones del PP y usar las suyas propias como forma de Gobierno. De este modo creamos una guerra política y de prensa en la que no sacamos ningún beneficio en favor del Estado Español para salir de esta crisis.
Estas son algunas de las razones más actuales que he sacado en claro, pero hay muchas otras. Si la situación política y económica fuese más equilibrada, hablaría de ello y de mi propuesta, pero este no es el momento de cambiar nada dado el caos, la "guerra" social e ideológica que ello provocaría. Eso sí, como dice el refrán "donde hay patrón no manda marinero", y en estos momentos quizás necesitemos de un Gobierno centralizado que, nos guste o no, nos encamine a salir de esta. Que el actual presidido por Mariano Rajoy sea el adecuado, da para otro post.

Un saludo.

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